MOLINOS HIDRÁULICOS  DE INGENIO A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Publicado en el anuario CRÓNICAS DE CANARIAS nº 6 (2010)

 

Rafael Sánchez Valerón

Cronista Oficial de Ingenio

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Uno de los elementos distintivos del patrimonio etnográfico del municipio de Ingenio  lo constituyen sus molinos de agua. Construidos en distintas épocas, a lo largo de cinco siglos, son un referente de la riqueza que proporcionaba a sus vecinos al transformar los principales productos agrarios de secano  que se cultivaban en esta zona, como  el trigo y cebada; y posteriormente el millo, en terrenos de regadío. El “millo”, una vez tostado y molido  se convertía en “gofio”, alimento tradicional de las familias. En menor medida la harina de millo crudo  que  preparada con leche y condimentada se convertía en “frangollo”, exquisito postre que todavía se degusta en algunas épocas del año; así como la harina obtenida de la cebada que era conocida  por “gofio de los pobres”. En casos de extrema necesidad  se llegó a moler  algarrobas y  semillas de “cosco” (planta propia del litoral) para hacer gofio.

La construcción de los molinos representaba una gran inversión, teniéndose que recurrir a la destreza de los artesanos expertos en esta materia y especialmente en la construcción y trasporte de muelas o piedras de molino que, traídas del barranco, había que pulir y reponer cada cierto tiempo. No es de extrañar, por tanto, que estos molinos estuviesen en manos de poderosos e incluso de instituciones eclesiásticas. Aparte de la riqueza que representaban, los molinos tenían también una gran carga social; cada familia, incluso por tradición, molía en un molino determinado. Los molinos eran muchas veces centro de reunión de vecinos y los molineros se convirtieron en personajes populares. El cobro desde tiempo inmemorial se hacía a maquila, porcentaje de cobro en especie en las medidas tradicionales de capacidad (almud, medio y cuartillo).

Los elementos que conforman los molinos se componen en general de un canal, cubo, sala de molienda con los distintos elementos, rodezno y aliviadero; en algunos casos habitación anexa y hasta vivienda; algunos con tostadero anexo.  

La existencia de molinos en la zona desde época inmemorial queda reflejada en la “Carta de Merced y Privilegio” de los Reyes Católicos de 1491, mediante la cual conceden al Obispo  Fray Miguel López de la Serna el Señorío de Agüimes con sus prados e pastos e molinos de aguas corrientes estantes y manantes1 del que el municipio de Ingenio formó parte hasta principios del siglo XIX.  Existen vestigios de todos  los molinos, en mayor o menor grado de conservación, excepto el de “Olivares”, en el Carrizal, absorbido por la trama urbana; algunos en lamentable estado de deterioro y  abandono, otros han sido rehabilitados. Todos los existentes conservan intacto el “cubo” o la “canal”. Ninguno está en funcionamiento. Construidos en el curso de las distintas acequias, la producción dependía en gran manera del caudal que hacía mover el rodezno. Los permisos para disponer de la fuerza hidráulica se obtenían de cada una de las heredades de aguas en lo que se llamó “herido” o servidumbre de molino. Los “Heredamientos” eran bastante reticentes a este tipo de permisos por el gravamen que representaba para sus herederos las continuas pérdidas de agua en el llenado y vaciado de los “cubos” y  las entradas y  salidas por los  “aliviaderos”. A pesar del perjuicio que representaba para los regantes, los Heredamientos no cobraban por  este servicio, si bien, los titulares de los molinos  estaban sujetos al mantenimiento  y cuidado de  acequias circundantes. Una de las características a reseñar de estos molinos es que todos responden  a una misma tipología, tanto en el plano arquitectónico como en sus elementos, tan solo algunas variaciones en la forma del “cubo” (troncocónico o cilíndrico). A  lo largo de cinco siglos apenas han sufrido transformaciones y en todos el “cubo” o  “la canal” son los únicos elementos que se conservan  en un estado relativamente aceptable.

De los once molinos hidráulicos contabilizados en el municipio de Ingenio, todos se nutren para su fuerza motriz del agua canalizada de Guayadeque a través de los distintos Heredamientos o Comunidades de Aguas: aguas comunales de los Heredamientos de Ingenio y Agüimes (1), Heredamiento de Ingenio (5) y Heredamiento del Carrizal (5). En este último lugar reciben el nombre de “molinas”.

Constituye un caso aparte el molino hidráulico  de moler caña de azúcar como un elemento del  ingenio azucarero existente durante casi todo el siglo XVI en la umbría del barranquillo de Ingenio, en el lugar que se llamó Vega de Aguatona, movido por la fuerza de las aguas del Heredamiento Acequia Real de Aguatona. De este “ingenio” toma el nombre la localidad que se desarrolló en torno a él y posteriormente el municipio. No existe  vestigio alguno de este molino y solo sabemos de su existencia a través de los documentos de la  época2.

 

Molino de Juan Álvarez  o molino del barranquillo del Ingenio (Antoñico Bordón)

 

Situación: Parque Néstor Álamo (Ingenio).  Estado: restaurado.

Por su situación dentro del perímetro del Ingenio azucarero existente en el siglo XVI debemos suponer que se trata del molino que se describe.

Las primeras noticias sobre la existencia del primer  molino datan del año 1525, sobre un molino de “pan moler” que formaba parte del complejo del ingenio azucarero, junto a un parral, siendo uno de sus dueños Alonso de Matos3. Debió segregarse por 1545 y dado a tributo perpetuo   un parral con un molino y una casilla  con el agua de dicho molino4.  En posesión de Antón Pérez Cabeza, pasa a su hija  Isabel Pérez; ésta, junto a su esposo Juan Álvarez lo venden en   1570 al flamenco Arte Tiles con un censo y tributo anual5. Pasa de nuevo a Isabel Pérez que tras la muerte de su esposo Juan Álvarez lo entrega en dote en 1583   a su hija Elvira Pérez al concertar matrimonio con Francisco Perera6, que al ser dueño del otro molino existente, logra con este matrimonio unificar la propiedad de los dos únicos molinos existentes en la zona. En 1660 el molino estaba gravado con un tributo a la Fábrica Catedral de 4.286 reales. Fue transferido en 1664 al Capitán D. Matías Espino Peloz7. En su nombre y en el de su mujer  Doña María Carvajal, impuso en 1673  a favor de la Junta Regimiento de la Isla un censo redimible sobre su molino de pan moler8. Mediante escritura de 1698, Por medio de D. Simón Espino Carvajal y Guanarteme y familia se impuso un censo redimible de 2.000 reales de principal, cuyo rédito en cada  año era el de 100 a favor del Convento y monjas de  San Bernardo de Sena orden de Santa Clara9. El molino pertenecía en 1893 al presbítero natural y vecino del Ingenio D. Andrés García10. A final del siglo XIX su dueño era D. José Espino Jiménez11. Por herencia de sus padres (D. José Espino Jiménez y Luisa Estupiñán Dávila) a finales del siglo XIX el molino pasó a sus dos hijos a partes iguales: Nicolás, casado con María Díaz Espino y  Josefa Espino Estupiñán, casada con Antonio Vega Peñate, natural de Valsequillo. En 1903 constan como titulares Nicolás Espino Estupiñán y cuñado pagando una cuota de 13 pesetas por contribución industrial12. Ese año,  Antonio Vega Peñate dio en arrendamiento en Diciembre  la  parte de su esposa a María Díaz Espino (que poseía la otra mitad) por una renta anual de 125 pesos (468,75 pesetas). En el mes de Septiembre de 1905, avisó a la arrendataria para que le hiciera entrega porque deseaba trabajar el molino por su cuenta no  siendo aceptada por María que estaba al corriente de la renta y que solo aceptaba sacarlo a subasta o en renta. El juicio de conciliación interpuesto por Antonio Vega se vio en el Juzgado de Paz de Ingenio13. María Díaz Espino terminó por comprar a su cuñada Josefa su mitad, quedando como única propietaria del molino. Fue su molinero durante largos años D. Juan Hernández Pérez, conocido  por Juan Teresa, y más tarde  Antoñico Bordón (por este nombre se conoce en la actualidad este molino)14. Al  fallecimiento de María Díaz Espino, vuelve la propiedad a dividirse en dos mitades, por razón de herencia, entre sus dos hijas, doña Segunda Espino Díaz, casada con don Juan Espino Gil y doña María Espino Díaz, que casó con don Bartolomé Espino Romero, legendaria figura de la lucha canaria, conocido por “El Rabioso”.  Al morir Antoñico Bordón, continuó con las actividades del molino, también en concepto de arrendamiento, su hijo, don José Bolaños González. Al dejar el arrendamiento don José Bolaños,  por desavenencias con una de las partes lo tomó don Ceferino Artiles, propietario del molino colindante hasta que ambos molinos cesaron sus actividades15. Fue adquirido por el Ayuntamiento de Ingenio, habiéndose restaurado parte  de sus elementos. De forma testimonial, en los días de “dula” el agua del cubo mueve su rodezno para atracción de los visitantes.  

 

Molino de Guayadeque (Perera, Cáido).

 

                Situación: Hoya del Molino (curso medio Guayadeque). Estado: en ruinas.

                   

Molino de Guayadeque (Siglo XVI)
Desde 1586 se constata su existencia, cuando su dueño Francisco Perera arrienda a Juan Martín un molino que tiene en el Barranco de Guayadeque, nuevo, En 1588, lo da a partido del tercio al molinero Pedro de Montes16. A partir de 1594, este famoso molino va a quedar gravado cuando los cónyuges Francisco Perera y Elvira Pérez (dueña del molino del barranquillo del Ingenio) le impusieron
un tributo17. En 1596 Francisco Perera lo adjudica mediante contrato a tercio18. Ana Larios, que poseía una de las distintas partes en que había quedado dividido, dispuso en su testamento redactado en 1639 (codicilo) imponerle un tributo sobre una misa rezada19. La  Parroquia de San Sebastián de Agüimes seguía cobrando el tributo impuesto por Francisco Perera y Elvira Pérez avanzado el siglo XVII20. El  licenciado Don Lucas Betancur, Presbítero, natural de la Villa de Agüimes y vecino de Santiago de León en la provincia de Caracas, en  1718 establece en testamento que en la Villa de Agüimes se fundara  una Capellanía  empleándose  parte de dicho dinero impuesto, en el molino de Guayadeque que se compró a diferentes herederos (varias partes indivisas y multitud de ramas) de forma que el molino quedó enteramente por bienes de dicha Capellanía21. Por 1808  se encuentra administrado por  el presbítero D. José Quintana (capellán)22. Hasta 1830 el capellán fue  D. Francisco Martín, y habiendo quedado vacante la Capellanía  fue llevada provisionalmente por el presbítero D. Antonio Rodríguez Navarro (subcolector de Capellanías), siendo arrendatario el molinero Miguel Yedra, vecino del Ingenio y residente en el molino, que lo explotaba a partido23. El molino por 1854 se hallaba parado y destrozado. En 1870, por resolución del Obispado fue enajenado adjudicándose  a dos ramas familiares del fundador de la Capellanía D. Lucas Betancur (Ingenio y Agüimes)24. A mediados del siglo XX ya en estado ruinoso  se le conoce por su dueño a D. José Díaz, perdurando el nombre de “Molino de Perera”25.



 

Molino de Blas Pérez Franco (Molino Viejo)

 

Situación: Las Haciendas (curso bajo de Guayadeque). Estado: ruinas.

            Los primeros datos corresponden a 1689 cuando el Capitán D. Blas Pérez Franco reconoce que es dueño de un “herido” de molino en el Carrizal26. A su fallecimiento,  su esposa Ana Pérez reconoce en  1693  que había adquirido  de su esposo  un  molino en el barranco de la Villa junto al parral y hacienda, debiendo pasar a su hija Damiana27. A  finales del siglo XVIII estaba sujeto a censo al convento de San Bernardo de Las Palmas y a la Fábrica Parroquial de la Villa. El molino se encontraba fragmentado en muchas partes. Uno de sus propietarios Andrés Sánchez Romero que poseía un tercio llegó a hipotecarlo como garantía del cobro de Diezmos28, otras partes fueron  enajenadas. En 1792, el oficial del molino se obliga a pagar en el plazo de  tres meses  a la viuda de Matías Rodríguez Melián la cantidad de diez y ocho pesos, diez reales y trece maravedís por liquidación y ajuste de cuentas en el tiempo que había llevado  la administración del molino del Carrizal29. A principios del siglo XIX la propiedad se sigue fragmentando30. En 1813 Juan Melián y Romero era dueño  de la tercera parte de un molino situado en el Carrizal, que lo hipoteca en 1814, 1815, 1819 y 182131 en razón del cobro de Diezmos. Ya desde principios del siglo XX se encuentra en estado completamente ruinoso, en sus cercanías había un “minote” llamado del  “Molino Viejo”32. 

 

Molino de la Rueda  (López)

 

Situación: calle Arcediano Pedro López Cabeza (Ingenio). Estado: en rehabilitación.

            Debió construirse en la segunda mitad del siglo XVIII por el vecino del Ingenio Salvador Pérez Caballero, hijo del capitán D. Gregorio Pérez; puesto que en su testamento celebrado en 1762, lo declaró   entre sus bienes junto a tierras que poseía en Aguatona y costa de Gando:  un molino de pan moler situado en este dicho barrio el cual fabriqué con caudal propio  mío en que tuve de coste 12.000 reales34. Debió morir poco después, pues en 1765 al molino se le conocía como  “el que fue de Salvador Pérez Caballero”35. El  molino de “pan moler” con su cubo, cabuco, casa y demás pertrechos   fue heredado en 1784 por su hija Agustina Pérez36, que en unión de su esposo Bartolomé Navarro del Castillo lo hipotecan  en virtud de la garantía de una venta  que habían hecho37. Por  1867 consta que era administrado por los herederos de D. José Espino Ramírez38. Fue adquirido por D. José López Mayor que en 1878 que proyectó la construcción de una casa de dos plantas, quedando la casa de molienda  formando parte del edificio  en su primera planta mientras que el cubo se conformaba en uno de sus laterales, para lo cual había acopiado materiales39. En 1882 ya estaba terminada la casa. Avanzado el siglo XX pasa a sus hijos, constando su hija María López Cabeza  como su administradora en la década de 1930. A lo largo de muchos años, el molino estuvo al cuidado del matrimonio formado por Agustina Vega Sánchez y  Vicente Castellano Cabrera; cuando fallecieron les sucedió su hijo  Francisco Castellano Vega y después su viuda doña Josefa Vega Sánchez40,  cerrándose a los pocos años de morir su esposo. En 1983 es adquirido por el Ayuntamiento de Ingenio por compra a los hermanos Limiñana López, herederos de María López Cabeza41.

            Es el único molino que conserva todos sus elementos, aunque inactivo. La rueda (rodezno) ha dado nombre al barrio donde se halla ubicado.

 

Molino de  Andrés  Díaz (los Díaz)

 

Situación: calle Arcediano Pedro López Cabeza (Ingenio). Estado: en rehabilitación.

En 1799, Andrés Ruano y José López,   residentes en el pueblo del Ingenio, se propusieron conjuntamente fabricar un molino de agua y “pan moler” en el paraje de “los Molinillos del Ingenio” debiendo ser movido por el caudal de las aguas del  heredamiento de la Acequia Real de Aguatona. El molino que en la petición era de “cubo” fue construido de “canal”42. En la década de 1810 era de varios herederos entre ellos  D. Salvador Navarro y Doña Catalina Morales (vecinos de Agüimes) poseedores  de la quinta parte que hipotecaron  como garantía de la dote de su cuñada la novicia Ana Navarro del  Monasterio de Santa Clara. En 1815, Salvador Navarro, vendió a José Andrés Espino  cuatro quintas partes de un molino  que era conocido por el molino de los Navarro43. Por 1825 era su molinero Bartolomé Díaz44. Fue incautado por el Estado (Bienes Nacionales) por  débitos al  Monasterio de Santa Clara de sus  dueños  D. José Andrés Espino y D. Salvador Navarro, convocándose subasta en 1846  para su arrendamiento45. Fue  adjudicado por el Estado  a Vicente Espino Pérez, vecino del Ingenio, pasando luego a José Díaz Pérez que habiendo emigrado a Cuba la titularidad pasó en 1884 a  Andrés Díaz Pérez hasta 190346.  En 1905  era de su hijo  Manuel Díaz Espino que  en 1906 fue autorizado por el Heredamiento Acequia Real de Aguatona para transformar la “canal” en “cubo” debiendo observar varias condiciones47. Durante muchos años Manuel Díaz fue su titular  hasta que a su fallecimiento  pasó a su viuda Ana Guedes  (Anica Guedes) siendo la última administradora su hija Juana Díaz Guedes48, hasta quedar inactivo siendo su molinero José Díaz. Fue  adquirido por el Ayuntamiento de Ingenio.

 

Molino de la Cuesta (molino del Cura)

 

Situación: Paraje de la Cuesta (Guayadeque); Estado: ruinas. 

En Marzo de 1806 el vecino de Agüimes D. Bartolomé Rodríguez Pérez solicita a la Real Audiencia de Canarias licencia para construir un molino en “Cueva de Palomas”, iniciando así un procedimiento  que terminaría en Junio con la concesión del permiso49. El molino debió pasar indiviso a sus hijos, puesto que por 1826, Manuel,  María de las Nieves Rodríguez y Juana poseían cada uno la décima parte50. Una de las partes,  propiedad del vecino del Ingenio Antonio López por herencia de su madre fue vendida en 1838 a Miguel Yedra que llevaba en arrendamiento el molino de Guayadeque51. A finales de siglo XIX, fue adquirido por el sacerdote de Agüimes  D. José Romero Rodríguez. Con posterioridad pasó a D. Juan Andrés Olivares (Juanico Andrés el de la Cuesta) y luego a su hijo Antonio Olivares Acosta que adquirió las 14 partes en que fue dividido y más tarde a sus herederos, habiendo sido traspasado recientemente.

 

Molino de Ceferinito

 

Situación: calle La Rueda (Ingenio). Estado: transformado (conserva canal  aliviadero y edificio).

Fue en   1822 cuando Isidro González, vecino del pueblo del Ingenio se dirigió a la asamblea de la Heredad Acequia Real de Aguatona con intención de obtener licencia para fabricar un molino de “canal”52. El molino perteneció a D. José Artiles Jiménez  avanzado el siglo XIX y de éste pasó a sus hijos, siendo administrado en propiedad y por arrendamiento de sus hermanos por  D. José Artiles Romero. En la década de 1940 D. Ceferino Artiles Dávila adquirió la parte  de su padre  y 2/3 sus tíos53, siendo a la vez su molinero, estando activo solamente la mitad de la dula de 16 días (al igual que el de “Antoñico Bordón”), la otra mitad no pasaba el agua por lo que se dedicaba a otras actividades como agricultor y regentando  un “cafetín” en el Puente. A la muerte de “Ceferinito” pasó a sus hijas.

 

Molino de Enmedio

 

Situación: Las Haciendas (curso bajo de Guayadeque, Carrizal). Estado: ruinas.

Debió construirse en la década de 1820, según se deduce de un  Protocolo Notarial de 1823 mediante el cual  D. José de Torres reside en un “molino nuevo” en el barranco de Guayadeque en las inmediaciones del Carrizal54. A final del siglo XIX era propiedad pro indiviso de Pedro y Francisco Morales Guedes, vecinos del pago del Carrizal, a partes iguales55. Titular en  1897-98, Francisco Morales Guedes,  que pagaba 13 pesetas de contribución industrial56. En 1909 se describe: En el pago del Carrizal, término municipal del Pueblo del Ingenio  a la margen derecha del mismo,  existe un molino, propiedad de Don Francisco Morales Guedes, y que comprende dos departamentos, uno a la derecha, que es la habitación del molinero, y otro a la izquierda, que es la correspondiente al molino propiamente dicho57; último molinero Maestro Tomás casado con Doña Ángela Trujillo, alternaba su actividad con la de carpintero58. 

 

Molino de abajo

 

Situación: Las Haciendas (curso bajo de Guayadeque, Carrizal). Estado: ruinas.

Fue construido con posterioridad a 1823, puesto que ese año lo proyectó D. José Torres que ya explotaba el “molino nuevo” al comprar  a D. Luis Alonso Estupiñán, Doña  Francisca, D. Fernando y Doña Rita Dávila, vecinos del pueblo del Ingenio, un pedazo de terreno de veinte brazas en cuadro en el Barranco de Guayadeque, en las inmediaciones de la mina del Carrizal y así mismo el tránsito de una acequia nueva que debía fabricar para conducir el agua al molino que tenía premeditado construir59. Titular en  1897-98 D. Pedro Morales Guedes  que pagaba 13 pesetas de contribución industrial, se contabiliza la misma cantidad hasta 190360 constando su propiedad hasta los años cuarenta del siglo XX61. Se arrienda a diversos molineros entre ellos Pepito Santana y luego el matrimonio formado por Antonio Ramírez y Eloísa Méndez. Inactivo algún tiempo, su vivienda fue utilizada por Gabriel Pérez Montañés y esposa Rita Pérez, naturales de Telde que lo trabajaron hasta 194562.

 

Molino de la Canal

 

Situación: Paraje de la Canal (Carrizal). Estado: edificio en ruinas (conserva la canal).  

La titularidad de dos molinos hidráulicos a nombre de D. Pedro Morales Guedes desde finales del siglo XIX nos hace suponer que éste fue uno de ellos63. Los últimos molineros que lo explotaron  fueron los cónyuges Francisquito Méndez y Dolorcitas Vera que lo abandonaron como consecuencia del descenso en el caudal; siendo arrendado años más tarde por  una sobrina de aquel matrimonio, Antoñita Santana, que después de habitar la casa lo volvió a la actividad al aumentar el caudal de la Heredad, siendo explotado por su esposo D. Agustín Ramírez; abandonando su producción en la década de 194064.

 

Molino  de d. José ramírez

 

Situación: Huerta de Olivares (Carrizal). Estado: desaparecido (edificios nuevos).

Con anterioridad a 1879 este molino con una casa era propiedad de D. José Viera González  que se encontraba dentro de un terreno suyo en el lugar conocido por “Olivares” del Carrizal. En la parte norte de la parcela tenía una casa de labranza y establo. Dentro de este terreno de 52 áreas había un molino harinero que molía con el agua del heredamiento de las Majoreras. Ese año en  el Juzgado de Primera Instancia de Las Palmas se siguen autos ejecutivos por deudas de D. José Viera a D. Joaquín Romero Hidalgo dictaminándose el embargo de sus bienes en pública subasta65. El molino fue adquirido por D. José Ramírez Martel, padre de D. José Ramírez Rodríguez que fue posteriormente dueño del molino, constando como tal en el  año 189766, pagando seis pesetas de contribución industrial. Debió pasar a su hijo D. Maximiano Ramírez Morales pues a partir de la década  de 1930 es su esposa Doña Pilar Bethencourt del Río la que aparece como titular constando así hasta  entrada la década de 1960 en la que su arrendatario era  D. Manuel Ruano Domínguez. Tenía la particularidad de ser mixto (hidráulico de cubo de 3,75 m. de altura y aeromotor) para asegurar su constante funcionamiento. El molino  de viento tenía una configuración diferente al resto de los molinos aéreos de gofio pues era muy parecido a los que desde principios del siglo XX se instalaron en la costa para la extracción de agua67.

 

 

FUENTES HISTÓRICAS, BIBLIOGRAFÍA Y NOTAS

 

(1)   CAZORLA LEÓN, SANTIAGO: Agüimes, Real Señorío de los Obispos de Canarias.

(2)  (A)RCHIVO (H)ISTÓRICO (P)ROVINCIAL (L)AS (P)ALMAS.: Escribano Cristóbal de San Clemente. Legajo 738, 739.

(3)   Ibídem. Legajo 737, ff. 289 - 291.

(4)  A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde. Escribano Troya, Legajo 9, cuaderno III, f. 3 v.

(5)   A.H.P.L.P.: Escribano  Francisco Díaz Peloz. Legajo  2.485, ff. 243 r. - 246 v.

(6)   Ibídem, Legajo 2.486, sin foliar.

(7) A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde. Escribano Troya, Legajo 9, cuaderno III,  f. 9 r.

(8)   Ibídem, Legajo 4, ff. 80 r. - 80 v.

(9)   Ibídem, Legajo I, ff. 4 r. - 4 v.

(10) A.H.P.L.P.: Escribano José Cristóbal Quintana, Legajo 2.547, Cuaderno I, f. 20 v.

(11) (A)RCHIVO (H)EREDAD (A)CEQUIA (R)EAL (A)GUATONA.

(12) (B)OLETÍN (O)FICIAL  (C)ANARIAS. Nº  12 (27 Enero 1904).

(13) (A)RCHIVO (J)UZGADO (M)UNICIPAL (I)NGENIO: Carpeta conciliaciones   1891-1928.

(14) Periódico LA PROVINCIA: José Vega Mesa  (9 de Diciembre 1982).

(15) DÍAZ RODRÍGUEZ, JUAN M.: Molinos de agua en Gran Canaria.

(16) A.H.P.L.P.: Escribano  Francisco Díaz Peloz, Legajo 2.486, sin foliar.

(17) (A)RCHIVO (P)ARROQUIAL (A)GÜIMES : Libro primero de relaciones de tributos, f. 203.

(18) A.H.P.L.P.: Escribano  Francisco Díaz Peloz, Legajo  2.487, sin foliar.

(19) A.P.A.: Libro de Capellanías (1765 – 1766).

(20) A.P.A.: Libro II de Cuentas de Fábrica, ff. 143 r. – 143 v. – 145 v. – 152 v.

(21) A.P.A.: Libro II de Protocolos.

(22) A.H.P.L.P.: Real Audiencia, Expediente nº 1391.

(23) A.H.P.L.P.: Escribano Juan Alonso Alvarado, Legajo 2.556, Cuaderno  I, f. 21 v. – 22 r.

(24) ARCHIVO DIOCESANO LAS PALMAS: Capellanías, Legajo 112.

(25) A.H.A.R.A.

(26) A.P.A.: Libro 8º de Protocolos.

(27) Ibídem, Libro 9º de Protocolos.

(28) A.H.P.L.P.: Escribano Pedro José Alvarado Dávila, Legajo  2.541, Cuaderno VI, f. 222 v.

(29)  Ibídem, Legajo 2.542, Cuaderno primero, f. 55 r. – 55 v.

(30) A.H.P.L.P.: Escribano José Cristóbal Quintana, Legajo 2.549, Cuaderno I, sin foliar.

(31) A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde.

(32) Escritura Pública del Notario Millares Cubas.

(33) A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde, Legajo 2, cuaderno de hipotecas  perteneciente a  Agüimes, 1774 , f. 8 r. – 8 v. –  9.

(34) A.H.P.L.P.: Escribano Juan Agustín de Herrera, Legajo 2.526, Cuaderno I, ff. 30 r. - 30 v. - 31 r. - 31 v. 32 r. - 32 v.

(35) Ibídem, Legajo 2.528, f. 257 r. - 258 v.

(36) A.H.P.L.P.:  Escribano Pedro José Alvarado Dávila, Legajo 2.538, Cuaderno 3º, ff. 126 r. - 126 v. - 127 r.

(37) A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde, Legajo 5, cuaderno  de hipotecas  perteneciente a  Agüimes, 1784, f. 4 r. - 4 v.

(38) A.H.P.L.P.: Escribano Pedro Ruano Alvarado, Legajo 2570, f. 518 r. - 518 v.

(39) (A)RCHIVO (M)UNICIPAL) (I)NGENIO Cuaderno de actas de sesiones.

(40) DÍAZ RODRÍGUEZ, JUAN M.: Molinos de agua en Gran Canaria.

(41) (A.M.I.).

(42) A.H.P.L.P.: Escribano: Pedro José Alvarado y Dávila. Legajo: 2.545, ff. 137 r. -138 r.

(43) A.H.P.L.P.: Antigua Contaduría de Hipotecas de Telde, cuaderno I de hipotecas  de  Agüimes.

(44) A.H.P.L.P.: Sala de la Real Audiencia, documento signatura I – 5.992.

(45) B.O.C.: Nº  105 (31 Agosto 1846).

(46) A.M.I.: Cuaderno de Amillaramiento.

(47) A.H.A.R.A.

(48) Periódico LA PROVINCIA: José Vega Mesa  (9 de Diciembre 1982) 

(49) A.H.P.L.P.: Real Audiencia, Expediente 1.207.

(50) A.H.P.L.P. Registro de Hipotecas de Telde (Ingenio), Legajo 10.

(51) A.H.P.L.P.: Escribano Juan Alonso Alvarado, Legajo 2.559, Cuaderno III, f. 163 v.

(52) Ibídem, Legajo 2.554,  Cuaderno III, ff. 84 v. - 85 r.

(53) DÍAZ RODRÍGUEZ, JUAN M.: Obra citada.

(54)  A.H.P.L.P.: Escribano Juan  Alonso  Alvarado, Legajo 2.554, Cuaderno I, f. 13 r. - 13 v.

(55) A.J.M.I.: Carpeta conciliaciones 1891 – 1918.

(56) B.O.C.

(57) A.H.P.L.P.: Escritura Pública del Notario Millares Cubas.

(58) RAMOS RAMÍREZ, ANTONIO; SALAZAR CRUZ, BARTOLOMÉ: Ingenio y sus molinos de agua.

(59) A.H.P.L.P.: Escribano Juan  Alonso  Alvarado, Legajo 2.554, Cuaderno I, f. 13 r. - 13 v.

(60) B.O.C.: Nº  12  (27 Enero 1904).

(61) ANUARIO DE CANARIAS ORIENTALES.

(62) RAMOS RAMÍREZ, ANTONIO; SALAZAR CRUZ, BARTOLOMÉ.: Obra citada.

(63) B.O.C.

(64)  RAMOS RAMÍREZ, ANTONIO; SALAZAR CRUZ, BARTOLOMÉ: Obra citada

(65)  Periódico EL INDEPENDIENTE (9 de Enero 1879).

(66)  B.O.C: Nº 148 (12 de Diciembre 1898). Nº 152, (21 de Diciembre 1898).

(67)  DÍAZ RODRÍGUEZ, JUAN M.: Obra citada.