LA PLAZA DE
NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA EN LA HISTORIA DE INGENIO
El
espacio que ocupa la Plaza de Nuestra Señora de Candelaria se conoce como tal desde el siglo XVI,
formando parte de un terreno al sur del primitivo templo bajo la advocación de
Nuestra Señora de Candelaria, en una esquina
del “Cercado del fiscal Juan Fullana”, al ser coincidente con el trozo donado por sus
hijos Juan y Baltasar al ermitaño Antonio Gómez en la década de 1570, “junto al
camino que sale del templo hacia la Villa de Agüimes lindante con la esquina de
la ermita”, cuyo solar también habían cedido los hermanos unos años antes para
su construcción. El ermitaño debía cercarlo y destinado a huerta a cambio de
los servicios prestados al templo y
donde según la tradición popular
construyó una casita que pervivió muchos años. En siglos posteriores se
llamó “Plaza” al núcleo urbano en torno al templo por sobre la “acequia o macho
de la Candelaria”, llegando hasta el “Cercado de la Virgen” (primitivo cercado
del Fiscal). El espacio que ocupaba la plaza propiamente dicha, era un terreno
baldío en ligera pendiente sin una delimitación física, llegándose a confundir
con las casas aledañas. Fue un lugar de
encuentro de los vecinos, donde se
publicaban pregones, despachos, órdenes y mandatos, tanto civiles como eclesiásticos a la salida de
misa, y lugar donde se desarrollaban las distintas actividades durante los
festejos. Por 1877 se lleva a cabo por iniciativa de la Sociedad de Pastos una reforma con aportaciones vecinales y
prestaciones laborales a fin de que pudiera celebrarse la feria de ganados. En
1883 se establece una disposición municipal
para componer los muros. Llegados a 1897 se decide que era el mejor
lugar para construir el nuevo templo, desechado luego en beneficio del solar de
la antigua ermita. En 1908 se ordena construir un muro en la Plaza para atar
los animales en días de feria, “el cual deberá estar hecho para la fiesta de la
Candelaria próxima”. En 1918 se lleva a cabo el arreglo de la Plaza con
participación popular. La primera gran
remodelación tiene lugar a partir de 1927 al crearse una comisión “pro
alameda”, organizándose una velada
teatral con participación de una orquesta. El 29 de
septiembre de 1929 el médico Vicente Boada González y el maestro José Suárez
Martín que presidían una junta de
vecinos, acompañados del alcalde, párroco y un numeroso público, procedieron a
colocar la primera piedra de la alameda que se había diseñado de forma
poligonal, trazada con simetría y gusto artístico en un todo armónico, hermoso
y atrayente. Después de los trabajos realizados con participación popular fue
inaugurada durante las fiestas de San Pedro de 1930.
A principios
del 1939, a punto de concluirse la Guerra Civil, quedó terminado e1
depósito de agua para riego de la alameda que se encontraba en el Cercado de la
Virgen, conectado a través de una tubería.
Por 1947 es aprobada la propuesta de
derribar el muro que estaba frente a la escalinata de la Iglesia, con el fin de
ampliar la plaza. En 1948 se elabora un proyecto de
arreglo y ampliación de la nueva alameda y edificación de las nuevas viviendas
y se saca a subasta
el desmonte de la Plaza. Se llevan cabo obras por administración
municipal y a partir de 1950 por contrata que comprendía la fachada sur, la
esquina del poniente y pavimentado sin los parterres, quedando la misma fachada
del naciente; desapareció la escalinata del frontis del Templo y se dejó el
acceso a través de la escalinata de la alameda. Las obras
concluidas fueron entregadas en octubre
de 1951. El derribo de la controvertida escalinata del templo obligó construir
un nuevo acceso a través de una escalinata lateral. La fachada naciente y piso
de la plaza se dieron por concluidos en 1952. Para la continuación de la
ampliación de la Plaza hacia el poniente se vio la necesidad de derribar cinco
viviendas, entre ellas la casa parroquial y una gran casa propiedad de
Francisco Caballero Perdomo incrustada en forma de cuña en la Plaza que se
encontraba en ruinas debido a un
incendio en el verano de 1947; para ello fue necesario la adquisición por parte
del Ayuntamiento de un terreno en el “Cercado de la Virgen” donde quedarían ubicadas las nuevas viviendas, que
debían construirse bajo régimen de renta limitada, actuando el Ayuntamiento
como promotor; adjudicados los trabajos por contrata en 1957, fueron
inauguradas el 18 de julio de 1958. A finales de 1963 se concierta la
contrata de una nueva remodelación que
fue terminada a finales de 1964, habiendo sufrido una total transformación en la
disposición de parterres. Por 1971 se
realizan obras de acondicionamiento del lado oeste, dotándola de presupuesto en
1972 y continuación con nuevo presupuesto en
1974. Por 1976 se proyecta una rotonda para favorecer el tránsito por la
nueva vía abierta junto al Centro Escolar.
Por
septiembre de 1999 se abre concurso público de ideas para la rehabilitación y
remodelación de la Plaza. Bajo diseño y planos del arquitecto de origen
ingeniense Agustín Juárez, las obras fueron adjudicadas mediante contrata el 30
de enero de 2001.La fisonomía de la antigua alameda se transformó por completo
por el empleo de nuevos materiales, ampliación hacia el naciente y poniente y
nuevos accesos. Fue inaugurada el 12 de abril de 2002.
(Publicado en el programa de fiestas de
Nuestra Señora de Candelaria y San Blas, 2018)